La postura política de difundir rumores se refiere a la práctica y el concepto de utilizar invenciones, distorsiones, difamaciones, mentiras y otros medios para lograr objetivos políticos. Este enfoque aparece a menudo en campañas políticas, elecciones y batallas políticas ofensivas y defensivas, con el objetivo de destruir, obstruir y negar la imagen y reputación de los oponentes, mejorar la propia iniciativa y ventaja competitiva y realizar los propios intereses personales o colectivos.
La existencia de rumores sobre posturas políticas no sólo daña gravemente la reputación y los derechos personales, sino que también agrava la complejidad y gravedad de las luchas políticas y los conflictos sociales. Al mismo tiempo, también reduce el juicio racional y las decisiones justas de la gente, daña la ecología política y la construcción de confianza social y hace que la sociedad sea más insalubre e inestable.
Por lo tanto, debemos estar alerta y oponernos al surgimiento y desarrollo de posiciones políticas que difundan rumores. Los comportamientos que crean, promueven y difunden rumores deben ser expuestos, reprimidos y castigados de manera oportuna para restaurar la verdad y evaluar de manera justa los verdaderos colores de los participantes políticos y los acontecimientos políticos, y mantener un entorno y un orden político justo, transparente y limpio.