Comprar, en pocas palabras, significa comprar cosas. En los negocios, las adquisiciones se definen como un conjunto de procesos y actividades diseñadas para adquirir u obtener un producto o servicio deseado. Esto implica seleccionar proveedores, negociar precios y celebrar contratos para garantizar que se obtengan los mejores productos y servicios manteniendo los costos bajos.
Las compras juegan un papel vital en las operaciones comerciales. Una buena estrategia de adquisiciones puede generar mayores ganancias para la empresa, mientras que una mala estrategia de adquisiciones puede generar pérdidas. Al comprar materiales y servicios de alta calidad, las empresas pueden reducir eficazmente los costos de producción, mejorar la eficiencia de la producción y satisfacer las necesidades de los clientes. Las adquisiciones también facilitan el establecimiento de cadenas de suministro a largo plazo y un mejor control de riesgos.
En diferentes campos e industrias, el alcance de la contratación varía. Normalmente, las adquisiciones se pueden dividir en dos categorías amplias: adquisiciones directas y adquisiciones indirectas. La contratación directa se refiere a las actividades de contratación llevadas a cabo por las empresas para producir productos y servicios necesarios para la vida diaria, como la compra de materias primas y energía. Las adquisiciones indirectas se refieren a actividades de compra realizadas por empresas para apoyar la producción y las operaciones, como suministros de oficina, mantenimiento de equipos y servicios de capacitación. Esta clasificación ayuda a las empresas a planificar mejor los presupuestos de adquisiciones y controlar los costos de adquisiciones.