Cuando puedas enfrentar esos reveses y fracasos, creo que habrás crecido.
——Inscripción Dios parecía haberme jugado una gran broma, caí en Sun Mountain. Durante esos pocos días y noches, me levantaba temprano y me acostaba tarde, pero mi ensayo cuidadosamente escrito no estaba en la lista. ¿Es porque no tiene posibilidades de ganar? Ánimo de los profesores, bendiciones de los compañeros, preocupación de la madre… por no hablar de los abuelos.
Se enteraron de que mi ensayo entró en la final y hablaron sobre cómo celebrarme todos los días. Pero yo... no estoy dispuesto a correr todo el camino, sólo quiero escapar, sólo quiero irme de aquí, dejar este lugar que una vez me trajo alegría y felicidad. Parece que sólo así puedo descargar todas las cargas. en mi cuerpo; mi corazón, no tan cansado.
No sé cuánto tiempo corrí, pero me detuve, me senté en el banco y miré a mi alrededor. Este lugar me parece familiar. Oh, ese es un parque al que voy a menudo. En lo profundo de mi memoria, era tan lindo y fresco, pero ahora está a punto de ser demolido. Al mirar el paisaje desolado, la calidez que acababa de surgir en mi corazón fue una vez más destruida por la despiadada realidad.
Mientras "Niña" estaba confundida, de repente escuché que alguien me llamaba, era mi madre, pero no miré hacia atrás. Tenía miedo de que mi madre se decepcionara al ver la mirada de decepción en sus ojos. Me pregunté en mi mente. Nadie puede culparte.
Mi madre se paró a mi lado y dijo en voz baja. "El éxito se construye a partir del fracaso una y otra vez. Mientras tengas el coraje de enfrentar los reveses y los fracasos, podrás derrotarte y superarte a ti mismo..." No hablé. El aguijón del fracaso me hizo imposible. Siéntete relajado. Como siempre, mi madre no habló mucho, pero lo que dijo me hizo pensar profundamente.
Mi corazón se calmó gradualmente, el viento sopló suavemente sobre mi mejilla y olí una leve fragancia. Cada pedacito de crecimiento me viene a la mente con claridad. Sí, tengo tantas cosas maravillosas ahora. ¿Cuál es el punto del fracaso?
¡La esperanza es el hilo de mi vida! De repente me sentí muy relajada y madura. "¡Voy a lograrlo!" Miré al cielo y le grité.
Me di vuelta y abracé a mi madre. Ella inmediatamente sonrió y dijo: "Niña, has crecido". Sí, yo he crecido. En ese momento, finalmente entendí que crecer no se trata sólo de madurez física, ¡sino también de fortaleza mental y madurez ideológica! En ese momento crecí...