Una niña y un niño viajan en motocicleta a toda velocidad durante la noche. Se aman mucho...
Niña: "Más despacio... tengo miedo..."
Niño: "No, es muy divertido".
Niña: "Por favor... da demasiado miedo..."
Niño: "Entonces di que me amas".
Niña: "Está bien... te amo ." .¿Puedes bajar el ritmo ahora?"
Niño: "Dame un fuerte abrazo". La niña lo abrazó fuerte.
Niña: "¿Puedes reducir la velocidad ahora?"
Niño: "¿Puedes quitarme el casco y ponérmelo? Es muy incómodo y? Está sobre mí mientras estoy conduciendo." Disculpe."
Al día siguiente, hubo un informe en el periódico. Una motocicleta se estrelló contra un edificio porque tenía los frenos rotos. En la moto iban dos personas, una murió y la otra sobrevivió...
El tipo sabía que los frenos estaban rotos. No quería que la niña lo supiera, porque sabía que se asustaría.
En cambio, le dijeron por última vez que ella lo amaba, recibió un abrazo de su parte y le colocó su casco para que ella viviera mientras él mismo moría...
Ocasionalmente, en la vida ordinaria, el amor nos regala un cuento de hadas.
Puedes ver una conmovedora historia de amor (versión en inglés) :)~ ~
Una niña y un niño andaban en motocicleta y aceleraban en la noche. Se aman mucho...
Niña: "Más despacio... tengo miedo..."
Niño: "No, es muy divertido".
Niña: "Por favor... da demasiado miedo..."
Niño: "Entonces di que me amas".
Niña: "Está bien... te amo ." .¿Puedes bajar el ritmo ahora?"
Niño: "Dame un fuerte abrazo". La niña lo abrazó fuerte.
Niña: "¿Puedes reducir la velocidad ahora?"
Niño: "¿Puedes quitarme el casco y ponérmelo? Es muy incómodo y? Está sobre mí mientras estoy conduciendo." Disculpe."
Al día siguiente, hubo un informe en el periódico. Una motocicleta se estrelló contra un edificio porque tenía los frenos rotos. En la moto iban dos personas, una murió y la otra sobrevivió...
El tipo sabía que los frenos estaban rotos. No quería que la niña lo supiera, porque sabía que se asustaría.
En cambio, le dijeron por última vez que ella lo amaba, recibió un abrazo de su parte y le colocó su casco para que ella viviera mientras él mismo moría...
Ocasionalmente, en la vida ordinaria, el amor nos regala un cuento de hadas.