La primera nevada
La primera nevada ya está aquí. ¡Qué hermoso es caer silenciosamente todo el día y toda la noche, sobre las montañas, sobre los prados, sobre los tejados de los vivos, sobre las tumbas de los muertos! Todo es blanco excepto el río, esa sinuosa línea negra que marca su curso a través del paisaje; los árboles desnudos, contra el cielo plomizo, muestran con mayor plenitud la maravillosa belleza y complejidad de sus ramas. ¡Qué silencio trae también la nieve, qué apartada está! Todos los sonidos se volvieron más profundos, todos los ruidos se volvieron más suaves y dulces. ¡No más cascos, no más ruedas! Sólo las campanas del trineo emitían un sonido armonioso, tan ligero y animado como los latidos del corazón de los niños.
Se adjunta traducción al chino.
Han llegado las primeras nevadas. ¡Qué hermoso! ¡Flota silenciosamente todo el día y toda la noche, cayendo sobre las montañas, sobre la hierba, sobre los tejados del mundo y sobre las tumbas de los muertos! En la vasta blancura, sólo el río dibuja una línea negra torcida en el hermoso cuadro; y los árboles con hojas caídas, contra el cielo gris plomizo, se entrecruzan aún más en este momento. ¡Qué pacífico y pacífico es cuando cae la primera nevada! Todos los sonidos se callaron, todo ruido se convirtió en música suave. ¡Sin cascos, sin ruedas! Sólo las campanas del trineo tocaban una música armoniosa, y el ritmo alegre y brillante era como el latido del corazón de un niño.