La vida es corta y sólo la virtud puede transmitirla a generaciones lejanas.
-Shakespeare
Hace mucho tiempo, había un filósofo que tenía conocimientos y estaba lleno de sabiduría, pero rara vez ayudaba a los demás y no le gustaba ayudar a los demás cuando estaban en problemas. Por lo tanto, pocas personas en el pueblo interactúan con él. Por casualidad, vino al templo para quedarse temporalmente, y el dueño del templo lo agasajó calurosamente. El filósofo encontró tiempo libre en el templo y pasó todo el día paseando por el patio, leyendo las Escrituras. Más tarde, el filósofo se despidió y quiso estudiar en el extranjero. Antes de partir, encontró en su equipaje una nota dejada por el dueño, que decía: Eres muy competente, es cierto, pero no me ayudaste a limpiar el templo como otros peregrinos. El filósofo se sintió extremadamente avergonzado al ver esto. A partir de entonces, hizo buenas obras y ayudó a otros en todas partes, y gradualmente se convirtió en una persona noble y respetada.
Hoy en día, como los filósofos que nos precedieron, sólo valoramos el conocimiento e ignoramos la moralidad. A nuestros ojos, la falta de conocimiento es ignorancia; pero la falta de cultivo moral es vulgaridad. Quizás el conocimiento sea nuestra mente, la apariencia y la moralidad sean nuestros miembros. Usamos la moral para tratar con el mundo, con la creencia de "No hagas pequeños males, no hagas pequeñas bondades", tratamos a los demás con una actitud amable y tolerante, armamos nuestra mente con conocimiento y "aprendemos de las montañas". y los mares sin fin”. Aprende con fe y comprende con espíritu de maestría. Como todos sabemos, la moralidad llena el vacío de la sabiduría, pero la sabiduría nunca podrá llenar el vacío de la moralidad. Sólo cuando la moralidad y la sabiduría se entrelazan y superponen a nuestro alrededor podremos ser más autocultos y nuestra moralidad podrá realizarse plenamente.
El tiempo vuela. Desde el lejano Confucio hasta los trabajadores modelo de hoy, desde el antiguo "Tao Te Ching" hasta la educación moral actual, los tiempos han cambiado, pero la moral nunca ha cambiado. Nos une y se convierte en la primera regla de vida. La benevolencia, la rectitud, la piedad filial y la lealtad siguen siendo las "perfecciones" que persigue la gente. Moralmente, abandona las cosas que te benefician a ti mismo a costa de los demás. Moralmente, despreciamos a quienes son infieles e injustos. Una persona moral valora su reputación y utiliza acciones nobles para ganarse el favor de la sociedad; una persona moral, dado que exige a la sociedad, debe recompensar a la sociedad; una persona moral sólo necesita vivir en paz y correctamente, no mostrar su despreciabilidad.
Para ser una persona moral, debes ser sabio, dejar que la moralidad brille con el brillo de la humanidad y llevar una vida perfecta.