Tenía curiosidad, así que entré y pregunté. Debo decir que los profesores de baile están muy cualificados. Al ver que estaba interesado, le sugerí que probara la clase en lugar de presentarme aquí y allá. Mi actitud no fue ni condescendiente ni autoritaria.
El contenido de las clases es muy rico, con habilidades y técnicas, y se desarrollarán diferentes cursos según edades e intereses. Decidí inscribirme en la clase en ese momento, pero el resultado me hizo pensar en ello nuevamente. Al fin y al cabo, depende del niño si quiere aprender a bailar.