Entonces, ¿qué es la educación?
El maestro Yu lo explicó de esta manera: El espíritu inherente de la educación es inspirar el deseo de las personas por la verdad, la bondad y la belleza. La verdad es conocimiento real; la bondad significa personalidad perfecta, valores positivos y tolerancia para todos los seres vivos; la belleza reside en la alegría interior y la capacidad de apreciar la belleza y crear belleza. Por tanto, la esencia de la educación es estimular el deseo interno y el entusiasmo de los estudiantes por el futuro.
Como decía el poeta irlandés Yeats:
Educar no es llenar un balde de agua, sino encender un fuego.
Si analizamos nuestra educación, especialmente la educación obligatoria de nueve años, es una carrera de aprendizaje infeliz para los estudiantes. Hay dos razones: en primer lugar, los problemas del sistema educativo se miden mediante puntuaciones; este estándar hace que este momento originalmente más feliz se convierta en una experiencia dolorosa para los estudiantes. En segundo lugar, la forma en que los profesores imparten conocimientos hace que los estudiantes estén menos contentos con el aprendizaje. El núcleo de la educación no es adoctrinar, sino inspirar su deseo por lo desconocido y su entusiasmo por el futuro.
Para los estudiantes, el crecimiento real no es sólo la mejora del nivel y la capacidad profesional, sino también la mejora del entusiasmo de la persona por el aprendizaje y las expectativas para el futuro.
Entonces, como profesores y padres, ¿cómo podemos lograr una educación orientada al futuro y al mundo?
(1) Implantar la educación emocional. Cultivar la belleza interior de los niños y tener un estrecho contacto con la naturaleza; cultivar el amor de los niños por los libros y leer algunas obras de fama mundial. De esta manera, podrán cultivar su temperamento espiritual y cultivar sus almas.
Por ejemplo: observar el ciclo de crecimiento de los cultivos con sus hijos; admirar las estrellas con sus hijos en verano; llevar a sus hijos a la biblioteca para disfrutar de la iluminación de las ideas, etc.;
(2) Fomentar la educación. Brindar a los estudiantes un verdadero cuidado humanista, proteger y respetar su personalidad, estimulando así su potencial, cultivar el coeficiente intelectual, el coeficiente intelectual y el cociente inverso de los estudiantes para que tengan una personalidad perfecta y valores positivos.
Por ejemplo: Elogie a los niños de corazón, puede ser cualquier cosa, no solo sus logros; cuando los niños encuentren dificultades, anímelos a levantarse y seguir adelante cuando fracasen, en lugar de insultarlos o abusar de ellos.
No podemos cambiar el sistema educativo, pero sí los métodos educativos.
(3) Cultivar la creencia y la capacidad de los niños para aspirar a la grandeza y avanzar hacia la grandeza. Para los niños, el nacimiento no puede ser elegido, pero su destino es su propia elección. Tan grande como es el corazón, tan grande es el escenario como los sueños.
(4) Cultivar el sentido de responsabilidad de los niños. Sólo cuando una persona tiene sentido de responsabilidad puede tener la capacidad de reflexionar; y la capacidad de reflexionar es la base de todo progreso.
Una cosa simple, manejada de diferentes maneras, tendrá resultados diferentes. Cuando educamos desde la perspectiva de un niño, obtenemos el doble de resultado con la mitad de esfuerzo. La educación centrada en el estudiante es una educación de esperanza. Como educador, sólo mejorando constantemente su propia comprensión, fortaleciendo su propia cultivación y mejorando su nivel profesional podrá ser responsable de los estudiantes, los padres y la sociedad.