Cuando Wang Rong tenía siete años, solía jugar con los niños. Vi un ciruelo al costado del camino. Tenía tantas ciruelas que se rompieron las ramas. Todos los niños corrieron a recogerlo, pero Wang Rong no se movió. Alguien le preguntó por qué no recogía ciruelas. Wang Rong respondió: "Este árbol crece al borde del camino y tiene muchas ciruelas. Deben ser ciruelas amargas". Recogió las frutas y las probó. Realmente lo es.
Esta historia fue escrita por Wang Rong cuando era un niño. Es meticulosamente observador, bueno pensando y capaz de hacer inferencias y juicios basados en fenómenos relevantes. La palabra "se da por sentado" al final del artículo muestra que su razonamiento es correcto y que es un niño inteligente.