Arte y hoteles, un palacio majestuoso y un vaivén de los negocios, llevan tiempo discurriendo por carriles propios, como dos líneas paralelas, cada una siguiendo su propio camino sin cruzarse.
Sin embargo, un hotel de alta calidad debe tener un sentido de la época y características culturales distintivas. El arte de amueblar crea la connotación cultural del hotel, y su arte es cada vez más aceptado y enfatizado por la gente.