En primer lugar, los requisitos son demasiado altos.
Tener un hijo exitoso y una hija exitosa es el deseo más fuerte de todo padre. Todos esperamos que nuestros hijos crezcan y se conviertan en personas excelentes y prometedoras en el futuro.
Muchos padres han pedido a sus hijos que aprendan esto y aquello desde pequeños, y les han exigido que tengan un excelente rendimiento académico. Cada niño tiene sus propias características y cada niño tiene un nivel diferente de aptitud. Las exigencias excesivas sólo harán que los niños se sientan tímidos y cansados de aprender.
La segunda es demasiado estricta.
Ser demasiado estricto también es un defecto de los padres en el proceso de educación de sus hijos. El rigor es algo bueno, pero ser demasiado estricto puede tener muchas consecuencias negativas. Muchos padres educan a sus hijos golpeándolos y regañándolos, lo que genera miedo en sus hijos.
El rigor de los padres sólo hará que los niños sean más tímidos psicológicamente y se cierren aún más. Con el tiempo, incluso pueden aparecer síntomas de depresión.
En tercer lugar, no pueden comunicarse.
Muchos padres ahora no se comunican con sus hijos. No consideran a sus hijos como amigos, sino como peones bajo su mando. Mis padres dijeron que el hijo del este debe ir al este y el hijo del oeste debe ir al oeste. Los niños deben cumplir incondicionalmente las instrucciones dadas por sus padres. Un niño que crece en un ambiente tan represivo seguramente tendrá problemas psicológicos.
Oprimir a la fuerza a los niños no es una forma para que los padres eduquen a sus hijos, pero deben aprender a comunicarse con sus hijos como amigos y comprender sus pensamientos internos, promoviendo así su crecimiento saludable.
Los niños son la continuación de nuestras vidas. El crecimiento saludable de los niños requiere un cuidado amoroso, prestarles más atención, aprender a comunicarse con ellos y brindarles un entorno para un crecimiento saludable.