¿Quién tiene un hermoso archivo de firma?

El tiempo vuela, dos reinos de tiempo y espacio, la hierba de orquídeas en la tinta está llena de fragancia en el edificio oeste, la pequeña piedra de entintar sigue igual, ¿sabes que el recuerdo es fuerte? El persistente río primaveral está esperando, y la orquídea solitaria y la tinta se desvanecen.

Pequeña cocina en la terraza, ventisqueros en el páramo, flores que regresan a la casa bajo los aleros de la casa, flores de ciruelo blanco bajo la lluvia, el frío vuela, el arpa, el caballo, el Los cuervos se han reencarnado, ¿de quién te despides?

El atardecer se pone en la orilla, la balanza se balancea levemente, el viento llora y los sauces hablan del sol poniente, el pabellón es impermanente, las velas están rayadas por la escarcha, me inclino en el sofá y bebiendo solo con una almohada para refrescarse, y las ventanas están llenas de crisantemos bajo los aleros.

La niebla es enorme y la ropa pequeña es ligera. Las antiguas ruinas de la ciudad natal son el corredor de la lluvia. El ritmo otoñal es Bianliang y los crisantemos son amarillos. Esta noche, toco el piano y canto. , y solo hay una pizca de fragancia.

Ese rayo de luz y sombra es una belleza familiar, un final congelado y un sueño largamente acariciado se ha convertido en una cosa del pasado. Las pequeñas ruinas de edificios antiguos son tan suaves como las tuyas, y el tenue bosque de bambú busca luces y sombras, pero tú eres el único.

Las buenas frases del libro son confusas y aburridas; recostado en la barandilla a mirar el fino arroyo y escuchando la lluvia de septiembre, recordando el barco de orquídeas, el sueño solitario, acompañado; por la lluvia, es mi ciudad natal.

La vela roja se rompe, empuja la copa, bebe del cielo; las dos mariposas voladoras, la vida entera se convierte en polvo y humo, la golondrina regresa, sosteniendo el título del viejo loto en febrero; la luna en el pabellón escondido, las lágrimas empapan la cortina de gasa, el té verde llora, la gente duda frente a la tumba.

En marzo, hay innumerables pares de oropéndolas mientras crece la hierba; en mayo, la fragancia del jazmín huele a infinitas vicisitudes históricas, en julio, hay innumerables cosas que ver a ambos lados del puente; Parece una ciudad acuática; la lluvia brumosa de septiembre es fresca y hay infinitas hebras de tristeza.

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