Un día, mi amigo Tony y yo fuimos al hospital. Tenía un fuerte resfriado y tuvieron que ponerle un suero. Estaba aburrido, así que fui a la librería y compré una novela para leer.
Pasé por delante de correos y fui a la librería. Pero cuando quise pagar, ¡me di cuenta de que no tenía dinero conmigo! Entonces tuve que salir de la librería e ir a la biblioteca. La biblioteca está frente al cine.
Quiero ir al cine a ver una película, pero no puedo. Finalmente, pedí prestada una novela y fui al hospital a ver a Tony.