El fútbol y el baloncesto, dos deportes que no tienen buena repercusión exterior, son extremadamente intensos y llenos de hormonas. En el pasado, los jugadores se quitaban las camisetas con entusiasmo para celebrar después de que un equipo ganaba o marcaba un gol, pero ahora este comportamiento está estrictamente prohibido. En la NBA, si un jugador se quita la ropa o recibe una advertencia grave, recibirá una tarjeta amarilla directa.
La principal razón para prohibir quitarse la ropa es establecer una imagen exterior civilizada. Entre los espectadores de fútbol y baloncesto hay muchos niños y mujeres, lo que resulta muy incivilizado. Para evitar escenas embarazosas mientras se ve fútbol, las ligas de fútbol y las ligas de la NBA no crean una imagen más civilizada, por lo que está prohibido desnudarse.
Es fácil provocar conflictos. Quitarse la ropa para celebrar está lleno de pasión, pero esta forma de olvidarse de celebrar puede provocar fácilmente conflictos entre las dos partes y enfrentamientos en los deportes competitivos. La fricción es inevitable, pero si expresas tus emociones sin sentido, inevitablemente provocará la insatisfacción interna de la otra parte y se estimularán los conflictos. Los conflictos provocados por el exceso de desahogo de emociones en la cancha son infinitos, y también es una forma de evitar quitarse la ropa.
Muchos jugadores se quitaron las camisetas y las arrojaron directamente a la grada. Si no tiras la camiseta, la multitud se apresurará. La gente en las gradas agarra las camisetas, lo que puede provocar peleas y, en casos graves, incluso estampidas, lo que supone un gran peligro para la seguridad. Para evitar este riesgo, prohibir a los jugadores quitarse la ropa es una buena solución.