Porque sabe que si el país quiere desarrollarse debe eliminar los peligros ocultos causados por las viejas fuerzas, coordinarse con el parlamento en materia de poder político y mantener buenas relaciones diplomáticas con otros países, por eso estableció un país de la era de su propia dinastía.
Erradicar las viejas fuerzas
Para Enrique VII, las viejas fuerzas existentes en el país se habían vuelto muy serias e interferían con el desarrollo normal del país, por lo que centró su principal energía en Eliminando las viejas fuerzas, mientras amenazaran el trono, todas fueron eliminadas para consolidar su gobierno. Enrique VII también disolvió hábilmente las fuerzas armadas privadas de los grandes nobles, permitiendo que el poder militar nacional estuviera firmemente en sus manos.
La monarquía y el parlamento están coordinados
El órgano de poder británico, el Parlamento, también tiene un poder muy grande. Enrique VII utilizó el Parlamento de manera muy inteligente para lograr sus propios propósitos. Las reformas religiosas deben ser aprobadas por el parlamento antes de que puedan llevarse a cabo. Los dos partidos lograrán un alto grado de armonía en la historia y mantendrán conjuntamente el desarrollo normal del país.
El gobernante tenía fuertes habilidades sociales
Enrique VII no solo era bueno en la gestión de los asuntos nacionales, también era muy bueno para lidiar con diversas amenazas potenciales que, por ejemplo, enviarían muchos países. Los espías todos lo manejaron muy bien, sin dejar que otros lo vieran, protegiéndose a sí mismos y al país, y al mismo tiempo, fueron capaces de manejar las relaciones con otros países.
Mantener buenas relaciones diplomáticas a través del matrimonio
Enrique VII sabía que ninguna relación era más estable que el matrimonio, por eso siempre insistió en utilizar el matrimonio para lograr la estabilidad en su país. Pidió a su hijo que se casara con la princesa Catalina del Reino español de Aragón. Este matrimonio permitió a su país mantener una buena relación a largo plazo con la familia Habsburgo, que influyó en la mayor parte de Europa.
En resumen, Enrique VII logró establecer una dinastía, lo cual era inseparable de su capacidad para gobernar el país. Era un rey muy poderoso. Al mismo tiempo, sentó las bases para el ascenso de Gran Bretaña.