La otra categoría son las masas revolucionarias como los Defarge y su esposa. Cabe señalar que su imagen está distorsionada. Por ejemplo, Diana, la esposa de Defarge, nació en una familia campesina humillada y perseguida, y sentía un profundo odio por los nobles feudales. El autor simpatiza profundamente con su trágica experiencia y aprecia su fuerte personalidad, su extraordinaria inteligencia y su extraordinario liderazgo organizativo antes y después de la revolución. Sin embargo, a medida que la revolución avanzaba, cambió de pluma y la denunció como una vengadora fría, viciosa y de mente estrecha. Especialmente cuando fue a la residencia del médico a buscar a Lucy y Lucy, actuó como una loca sedienta de sangre. Al final, el autor la dejó morir con su propia arma, expresando claramente su actitud negativa.
La tercera categoría son los personajes idealizados, que son ejemplos en la mente del autor de cómo resolver conflictos sociales con humanitarismo y superar el odio con fraternidad, incluidos los Menette, Dalena, Laurie y Carlton. El Dr. Manette fue arruinado por los hermanos Marquis. Tenía un profundo odio hacia los hermanos Marquis, pero por amor a su hija, pudo abandonar el viejo odio; Dale era el sobrino del hermano Marquis. Era plenamente consciente de que había condenado los pecados de la familia, abandonado su título y sus propiedades y estaba decidido a "expiar" sus acciones.