El origen de los croissants

Cuenta la leyenda que el croissant se originó en una pastelería de Viena, Austria. En el siglo XVII, el equipo otomano decidió lanzar un ataque furtivo contra Viena por la noche, pero los panaderos que se despertaron temprano en la panadería de Viena descubrieron que habían hecho sonar la alarma en toda la ciudad, lo que provocó que el ataque furtivo del enemigo fracasara. Para conmemorar esta victoria, los panaderos le dieron al pan la forma de un cuerno de toro, similar a la bandera del Imperio Otomano.

En 1770, la reina María Antonieta de Ottrich de Viena trajo oficialmente los croissants a Francia. Hoy en día, los croissants y las baguettes son panes franceses famosos.

Habiendo hablado de mucha historia, ¡por supuesto que le presentaré un croissant a mi reina de inmediato! Los croissants de Ke Songfang pueden ser pequeños, pero aun así mantecosos. La mantequilla es uno de los ingredientes principales para hacer croissants, pero la mantequilla utilizada no es mantequilla común, sino mantequilla sin sal, que generalmente se puede comprar en los grandes supermercados de Hong Kong o en supermercados importados principalmente del extranjero. Además, como la mantequilla sin sal cuesta más, los croissants de Kesongfang solo cuestan NT$3,50, ¡lo cual no es caro!