La educación familiar es la educación más importante. La familia es la primera escuela de un niño y los padres son los primeros maestros de sus hijos. El entorno familiar es una piedra angular importante del crecimiento de un niño. Como padres, debemos esforzarnos por crear un ambiente familiar cálido, cómodo, inclusivo y amoroso para que nuestros hijos puedan crecer sanos tanto física como mentalmente. Intenta hacer:
1. Ser más compañía y comprender más a tus hijos. La compañía de los padres es el alimento espiritual y el refugio cálido para el crecimiento de los hijos. El compañerismo puede reducir la ansiedad de los niños, eliminar la soledad y disfrutar su tiempo con nosotros. La comprensión promueve la comunicación y hace que los niños se sientan cálidos y felices. El compañerismo es el mejor regalo.
2. Comunicar más y predicar menos. Una buena comunicación contribuye a la armonía de las relaciones entre padres e hijos y es garantía de la salud física y mental de los niños. Aprenda a escuchar a sus hijos, comuníquese más con ellos y déjeles sentir el respeto y el cuidado de sus padres. La comunicación es el puente de las almas.
3. Establecer reglas y gestionar teléfonos móviles y materiales de lectura. Los niños deben tener un sentido de las reglas desde una edad temprana. Especialmente los teléfonos móviles y los materiales de lectura no saludables afectarán la salud física y mental de los niños. Establecer reglas promoverá el desarrollo de buenos hábitos de comportamiento en los niños, evitará la obsesión, evitará cruzar la línea y formará características psicológicas positivas y saludables.
4. Enfrenta la presión con tus hijos. Un niño es un individuo vivo y se enfrentará a mucha presión. Como padres no debemos ignorar ni culpar, debemos afrontarlo con nuestros hijos y enseñarles a no quejarse ni huir de la presión. Aprenda a pedir ayuda cuando sea necesario. Sólo la aceptación y la ayuda de los padres pueden proteger a sus hijos en la mayor medida posible y mejorar su resiliencia psicológica.
Los niños enfrentan una alta presión académica, canales de desarrollo limitados, falta de compañía y compañeros de juego, son psicológicamente frágiles y carecen de experiencia de frustración. Necesitan comprensión, compañía y una familia armoniosa para afrontar el futuro impredecible. Como padres, debéis ser estrictos con vosotros mismos y ser cautelosos. Sé tú mismo y sé un hombre. Los niños deben ser más tolerantes, más comprensivos y más bien intencionados. En lugar de arrepentirnos más tarde, es mejor compensarlo antes de que sea demasiado tarde.