El impacto de la educación agresiva de mis padres en mí

Cuando era niña, experimenté la impactante educación de mis padres, que tuvo un profundo impacto en mí. Aunque este tipo de educación se consideraba una forma eficaz de criar a los niños en ese momento, me dejó algunas cicatrices psicológicas.

Carga psicológica

La educación agresiva de mis padres me hizo dudar de mis capacidades y me hizo sentir incómodo con ellas. Esta retroalimentación negativa crónica me hizo sentir que nada de lo que hacía era lo suficientemente bueno y siempre me hizo preocuparme de volver a fallar. Esta carga psicológica me puso demasiado nervioso y ansioso en el estudio y otros aspectos, y perdí la confianza en mí mismo.

Las relaciones interpersonales están dañadas

La educación agresiva de mis padres ha tenido un impacto negativo en mis relaciones interpersonales. Después de haber sido criticado y acusado durante mucho tiempo, me he vuelto muy sensible y me preocupo demasiado por los comentarios y opiniones de otras personas. Tenía miedo de que me consideraran un fracaso o un incompetente, por lo que siempre intentaba completar cada tarea a la perfección para evitar que se rieran de mí o me culparan. Esto me hizo sentir sola, sin querer compartir mis sentimientos y experiencias con los demás y con miedo de ser herida o rechazada.

Sesgo de valor

La educación agresiva de mis padres tuvo cierto impacto en mi autoestima. Siempre enfatizan las calificaciones y el éxito externo, creyendo que sólo a través del trabajo duro y las buenas calificaciones podrán ser reconocidos y respetados por los demás. Esto me hizo confiar principalmente en la evaluación y el reconocimiento de mi valor por parte del mundo exterior, mientras ignoraba mis propias necesidades internas y mis verdaderos sentimientos. Me obsesioné con la perfección y el éxito, descuidando la felicidad personal y la satisfacción interior.

Crecimiento y cognición

A medida que crezco y profundizo en mi autoconciencia, gradualmente me doy cuenta de las limitaciones y la naturaleza poco saludable de este método educativo. Comencé a buscar mis intereses y pasiones y trabajé duro para desarrollar una imagen positiva de mí mismo. Comencé a aceptar mis defectos e imperfecciones y a aprender de mis fracasos. También aprendí a establecer una buena comunicación y cooperación con los demás y a buscar su apoyo y comprensión.

Educación para la próxima generación

En el proceso de crecimiento, esperamos brindarle a la próxima generación un método educativo más amable y considerado. Creo que al alentar y apoyar los esfuerzos e intereses de los niños, podrán desarrollar sus talentos y personalidades únicos y lograr verdadero éxito y felicidad en el futuro.