El ensayo de 800 palabras del padre como símbolo de su amor por el tema

Entonces, en la ciudad abarrotada, una vez más experimenté profundamente esta emoción de que la sangre es más espesa que el agua. Esta emoción vino de mi padre, y la gente lo llamaba el amor de padre. Una vez pensé, ¿cómo podría haber tal emoción en el mundo? Esta emoción es insoportable.

No importa dónde esté, mientras esté con mi padre, me gusta que él me guíe. Siempre he creído que las grandes manos de mi padre son las manos más mágicas del mundo y puedo confiar en sus manos toda la vida. Recuerdo esta imagen claramente en mi mente. Eso fue cuando yo era muy joven y viajaba a casa en el auto con mi padre. A mitad de camino, el coche se detuvo de repente. Era como si alguien hubiera tenido un accidente y estuviera tirado en el suelo frente a mí. Justo cuando estaba a punto de asomar la cabeza por la ventana para ver qué estaba pasando, un par de manos grandes de repente bloquearon mis ojos. Entiendo que mi padre me tiene miedo. Entonces recordé estas manos y supe que sin importar qué tipo de viento y lluvia encontrara, estas manos siempre estarían ahí para protegerme. Cada vez que mi padre me llevaba a jugar, sostenía muchas cosas en una mano y con la otra me empujaba entre la multitud. Jaja, piensa en cuántos años llevan estas manos conmigo.

En comparación con mi madre, mi padre me dio más espiritualidad. Quizás no haya muchas palabras. Quizás no me dijo qué hacer cuando encontré dificultades, pero sus palabras de consuelo y aliento me hicieron levantarme con valentía.

Todos debemos experimentar una transformación dolorosa cada vez que crecemos. Lo entiendo y mi padre lo entiende aún mejor. Me estaba cambiando de ropa y él me miró.

Pero cuando se trata de mi padre, lo que más pienso es la palabra angustiado. Siento pena por su cansancio, por su dedicación a su familia, por su amor por mí y por su aspecto cuando está borracho. Sí, cada vez que bebe, me siento muy angustiada y con el corazón roto. Me pareció ver cuánta presión estaba bajo él y podía sentir claramente el peso de la carga sobre sus hombros.

Mi padre me dio una vida cómoda, pero ¿a qué precio? La semana pasada, mi papá vino a verme a la escuela. Cuando salimos a comer, quiero decirle que me lleve de compras después de cenar. De repente recordé que hace unos días dijo que últimamente no podía caminar largas distancias porque le seguían doliendo las piernas. Entonces me di por vencido. Al mirar a mi padre frente a mí y su rostro obviamente viejo, me di cuenta de que ese era el precio de mi vida cómoda. Mi padre ya no es joven.

Si no me hubieras criado

Dame una vida cálida

Si no me hubieras protegido

¿Qué habría ¿Ha sido mi destino?

Tú me criaste.

Dime las primeras palabras

Me diste un hogar.

Eres tú

Mi querido padre

Gracias por acompañarme durante todo el camino.