He crecido felizmente desde la clase pequeña hasta la clase media, pero recientemente sucedió algo que me hizo pensar: un día, mi compañero de clase acaba de comprar un juguete nuevo para su hijo. Lo colocó en la mesa del dormitorio. Inmediatamente corrió, abrió el paquete y jugó alegremente hasta que rompió el juguete y lo tiró a un lado sin disculparse, en otra ocasión repartió yogur en la clase; En el pasado, cada vez que había una bolsa extra, se la daba a Chen Chen. Hoy, faltaba una bolsa en clase afuera, así que se la di. Pero en ese momento, Chen Chen me dijo con cara de tristeza: "Esta bolsa de yogur debería ser mía". En otra ocasión, se llevó a casa en secreto un estuche nuevo para lápices de niño. ¿Es la falta de cosas materiales lo que le impide ver cosas buenas, o es que demasiado cuidado y dedicación por parte de profesores y compañeros le hace sentir que todo le pertenece? El comportamiento de Chen Chen me recuerda que es hora de reflexionar sobre mi amor por Chen Chen.
Pagar es una responsabilidad, pero la dedicación es un espíritu. Cuando le mostramos amor, ¿deberíamos también dejarle estar agradecido con las personas que lo aman a su alrededor, dejarle tomar el amor que recibe como una responsabilidad de cuidar y retribuir a las personas que lo rodean, y retribuir amor con amor? ¿enseñarle buenas cualidades como la superación personal, la autoestima, los valores positivos y el sentido de la responsabilidad? Los niños de 3 a 6 años se encuentran en un período crítico para el desarrollo social y el amor incorrecto afectará el desarrollo de su vida.
Entonces, en los próximos días, mientras cuido a Chen Chen, le daré más pensamiento y responsabilidad. Cuando estaba de guardia y le daba otro yogur, le decía: "Si mañana todavía queda yogur, se lo daremos a otros niños. Cuando se acerquen los cumpleaños de mis abuelos, le recordaré que los niños están en". La clase lo está haciendo por ellos. Cuando encuentren dificultades para hacer una buena acción, le pediré a Chen Chen que lo ayude a resolverlo. Lo más conmovedor fue que un día perdí la voz y al día siguiente me trajo un "tesoro de garganta dorada".
Amar a los niños es responsabilidad de todo maestro, y cómo dar el amor adecuado requiere que pensemos profundamente y sintamos la responsabilidad contenida en el amor, para que este amor sagrado pueda acompañar a los niños a crecer sanos y a hombros. sus responsabilidades en el futuro Responsabilidad hacia uno mismo, hacia la familia y hacia la sociedad.