La escuela está ubicada en la zona marginal urbano-rural y cuenta con cerca de 800 estudiantes, la mayoría de los cuales provienen de familias rurales. La mayoría de sus padres son agricultores o trabajadores migrantes, y muchos son niños abandonados.
Al comienzo de su fundación, la escuela concedió gran importancia a la educación moral de todos los estudiantes y propuso el concepto de "cultivar a los estudiantes con buenos hábitos para toda la vida".