Liderar con el ejemplo.
En lugar de educar verbalmente a tus hijos, es mejor predicar con el ejemplo y dar un buen ejemplo a tus hijos. Cuando usted demuestra personalmente cómo valorar la comida y no desperdiciarla, los niños prestarán más atención a esto y sentirán que sus instructores hacen esto y que ellos deben hacer lo mismo.
Aprecia la comida y no la desperdicies.
Empieza por los bebés y enséñales a valorar la comida y a no desperdiciarla. Come todo lo que puedas, no seas codicioso. De esta manera el niño no sólo recordará, sino que actuará en consecuencia cada vez.
El cultivo de buenos hábitos te beneficiará durante toda tu vida.
Cultiva estos buenos hábitos desde una edad temprana y tus hijos los mantendrán cuando crezcan. De esta forma podrán convertirse en buenos adolescentes con buenas cualidades.