La artesanía de las calabazas ha quedado registrada por escrito desde la dinastía Ming. La calabaza tiene una forma hermosa y no requiere tallado artificial, lo que brinda a las personas una estética feliz y pacífica. Durante la dinastía Qing, las "calabazas talladas" y las "calabazas modelo" de Lanzhou alcanzaron un alto nivel artístico y se convirtieron en tributos de la corte. La "técnica de guisado al fuego" en aquella época consistía en combinar el material de madera de la calabaza con el proceso tradicional de bronceado de nuestro país utilizando el soldador como sustituto, el dibujo lineal, la pincelada fina, la pincelada a mano alzada y otras técnicas chinas. La pintura se utilizaba para crear personajes, figuras y figuras sobre la piel de madera lisa y dura de la calabaza. Obras de paisajes, flores, pájaros, animales, etc. La pintura parece quemada, negra, marrón, amarilla y blanca debido a la comprensión del arte del artista y al hábil uso de un soldador. El color natural de la calabaza tiene el tono de una pintura antigua. En el mundo se enfrenta a obras maestras de la pintura china, con líneas suaves y precisas, formas vívidas y significados profundos. Se siente refrescante y no halagador. El arte de la pirograbado ha elevado las calabazas desde melones de granja a palacios de arte, convirtiéndose en un arte popular Han que integra simplicidad, naturaleza, elegancia y delicadeza, y tiene un gran reconocimiento y valor de colección.
En resumen, la calabaza se ha convertido en un buen producto para observar, coleccionar y utilizar en la práctica, y es un símbolo representativo de la cultura auspiciosa china.