Desde el punto de vista de la protección del medio ambiente, cuanto más alto mejor, lo mejor es elevar directamente la chimenea a 120.000.000 de metros, lo que no tendrá ningún impacto en el entorno atmosférico terrestre. Por tanto, la determinación de la altura de la chimenea debe considerar la viabilidad económica y técnica. Es necesario combinar los requisitos y sugerencias relevantes de las leyes y regulaciones nacionales, los institutos de diseño de energía eléctrica, las agencias de evaluación del impacto ambiental y los departamentos locales de protección ambiental