Lo que es aún más sorprendente es que descubrirás que a menudo escuchabas estas palabras de tus padres cuando eras un niño. . De hecho, no creas que los hijos únicos son propensos a cometer errores. La verdad es que los adultos son propensos a cometer errores. Mire las “tonterías” que suelen decir los padres.
Piensa en las “estúpidas” que suelen decir tus padres.
1. "No podemos hacerlo, niño. ¡Depende de ti!"
Considerar el desarrollo de tu hijo como tu propia esperanza es una señal de pérdida de ti mismo. Estos padres tienden a preocuparse por las pérdidas y ganancias y terminan siendo ingratos. Aunque los sentimientos de pérdida de uno mismo son comunes entre los padres, ésta no es una psicología saludable.
2. "Ya veremos".
De hecho, muchos niños pueden entender esta frase. Si un padre dice esto, es básicamente "No estoy de acuerdo con lo que dijiste, pero todavía no se me ocurre una buena razón". Por lo tanto, el padre debería utilizar otra razón mejor para rechazar al niño.
3. “Si no guardas estos juguetes, yo los tiro”.
Muchos padres lo han dicho, pero pocos los comprarán a un precio elevado. tirado a la basura. Con el tiempo, este tipo de educación no sólo no resolverá el problema, sino que también hará que sus hijos menos crean en sus palabras.
4. “Si te vuelves a morder el dedo, dejará de crecer.”
Esto no sucederá. Pero cada vez que el niño hace algo que no quiere ver, los padres le hablarán así. Y cuando su hijo esté haciendo otras cosas, puede convertir "morderse el dedo" en algo que a usted no le guste.
5. “No lo haré si digo que no”.
La consecuencia de intimidar a los demás con una sola frase es que tienes miedo de no ser convincente. Los padres deben aprender a respetar las decisiones de sus hijos, aprender a discutir con sus hijos, escuchar sus sugerencias y enseñarles con paciencia en lugar de amenazarlos ciegamente.
6. "¿Cómo podría tener un hijo como tú?"
Estas palabras de enojo pueden ser dichas en segundos por padres enojados. Piensa en cuántas cosas en este mundo a veces son fáciles de recuperar.
Cuando un niño comete un error, los padres primero deben reflexionar si no se dieron cuenta o si el niño cometió un error intencionalmente, para poder atraer la atención y la atención de los padres. En cambio, etiquetan al niño como repugnante o violento y luego lo empujan hasta el punto de no retorno.