A Andrew no se le permitió asistir a la escuela hasta la muerte de Newton. Estudió bien y logró logros brillantes en la universidad. Posteriormente, obtuvo un doctorado en derecho y se convirtió en un famoso abogado en Inglaterra.
También publicó algunos trabajos sobre su padre, promocionando los logros y contribuciones importantes de Newton, lo cual es digno de respeto. Entonces, desde esta perspectiva, Andrew Newton definitivamente no es un tonto, sino un niño muy talentoso.