Parte de la letra
El largo río conduce a mi ciudad natal, ¿cantas una canción errante como? Los dientes de león, las libélulas de bambú y los ruidosos molinos de viento contemplan los acantilados y los rincones de la tierra en el interminable cielo nocturno. Los viejos sueños de volverse cada vez más joven se convierten en la brisa orgullosa del crecimiento, las flores florecen temprano y el castillo dormido ya no puede abrazarlo. Te lo dije una vez, no olvides enganchar mi dedo, y ahora lo veo. El girasol no pudo evitar reírse del sol.