No tengo confianza
La educación agresiva de mis padres me hizo sentir muy inseguro. A menudo me culpan cuando cometo un error o fallo, e incluso me atacan con algunas palabras muy hirientes.
Alergia
La educación agresiva de mis padres también me puso muy sensible e irritable. A menudo pierdo los estribos por cosas triviales porque a menudo se desencadenan mis emociones.
Dependiente de los demás
Este tipo de educación también me hizo muy dependiente de los demás. A menudo necesito apoyo y aprobación de los demás para sentirme seguro y confiado.
Dudar de mis capacidades y de mi valía
La educación agresiva de mis padres también me hizo dudar de mis capacidades y de mi sentido de valía. A menudo siento que no tengo la capacidad de tomar las decisiones correctas.