Formato de escritura
Para escribir un buen discurso, primero debe comprender a la audiencia y comprender su psicología, deseos y requisitos, para que el discurso pueda ser específico y resolver situaciones prácticas. problemas. También preste atención a la identidad del hablante. Las diferentes identidades, tonos y lenguajes deberían ser diferentes. No existe un formato fijo estricto para los discursos y generalmente se dividen en dos partes: título y cuerpo. El título puede ser:
1. Explique la naturaleza de la reunión y el contenido del discurso.
2. Expresa activamente tus propias opiniones.
3. Una combinación de los dos primeros.
Una parte del cuerpo tiene un inicio, un cuerpo y un final. Además de agregar diferentes nombres a diferentes objetos al principio, la primera oración debe ir directa al grano, presentar el argumento central o contenido principal del texto completo y explicar la intención del discurso. El texto principal debe resaltar y enfatizar el tema central del discurso, no debe ser indiferente y abarcarlo todo. Al final, se debe resumir el texto completo, dejando una profunda impresión en la audiencia, inspirando a la gente con pasión, presentando un lema de lucha, emitiendo un llamado a la acción y mostrando un futuro brillante.
Requisitos de redacción
1. Al hablar, primero se debe comprender a la audiencia, prestar atención a la composición de la audiencia, comprender su personalidad, edad, educación y lugar de nacimiento, y analizar sus opiniones, actitudes, esperanzas y demandas. Sólo si los dominas podrás decidir cómo atraer y persuadir a la audiencia y lograr buenos resultados.
2. Un discurso debe tener un tema centrado y distinto. Nadie quiere escuchar un discurso que no tiene centro, enfoque ni orden. Un discurso sólo puede tener un centro, y todo el contenido debe estar estrechamente centrado alrededor de este centro para dejar una profunda impresión en la audiencia.
3. Un buen discurso debe contener tanto un estímulo entusiasta como un análisis sereno. Debe combinar orgánicamente lirismo y razonamiento, de modo que sea conmovido por la emoción y comprendido por la razón.