En segundo lugar, predicar con el ejemplo. Para mantener su "dignidad" y autoridad, algunos maestros y padres no sonríen frente a sus hijos. Algunos padres a menudo tiran platos en casa, se culpan unos a otros, se atacan y desahogan su ira entre sí. Esto es particularmente importante. La capacidad de imitación de los niños es muy fuerte. Desde los niños podemos ver la sombra de sus padres y la huella de sus maestros. Por esta razón, el enfoque correcto debe ser expresar tus emociones libremente y no desquitarte con personas y cosas. Si está feliz de volver a ver al hermano Mo, puede decirle directamente a su hijo: "Mamá (papá) está muy feliz hoy"; si encuentra contratiempos en el trabajo, también puede decirlo entre los miembros de la familia y luego cantar y contar chistes; ... En definitiva, que los niños comprendan poco a poco que todo el mundo tiene emociones y puede expresar sus sentimientos.
3. Orientación eficaz Aunque los sentimientos de los niños y todas las expectativas son comprensibles, no todos los comportamientos son aceptables. Una persona no puede maldecir a los demás cuando se siente infeliz, ni puede expresar su insatisfacción interior cuando adopta un comportamiento destructivo. Por lo tanto, se debe guiar a los niños para que canalicen y desahoguen sus malas emociones de manera razonable.