¿Qué métodos eficaces pueden utilizar los personajes de los cómics para resolver sus malas emociones?

1. Comprensión clara Los profesores y los padres deben comprender que los niños, al igual que los adultos, son individuos independientes con sus propias formas y actitudes de entender el mundo. Al igual que las emociones positivas de felicidad y satisfacción, los niños, por supuesto, también tendrán varias emociones negativas como la preocupación y la ira. Si los niños quieren ser dueños de sus emociones, debemos aceptar sus emociones. El psicólogo Han cree que las emociones de los niños no desaparecerán sólo porque un adulto diga "No pienses así" o "Tus sentimientos no deberían estar ahí". Sólo respetando y empatizando con los niños podremos ayudarlos efectivamente. Con una comprensión correcta, no entraremos en pánico ni nos impacientaremos cuando nuestros hijos se emocionen, ni los detendremos ni los reprimiremos por la fuerza en función de nuestra conciencia subjetiva. Es importante señalar que si no se puede liberar la ira acumulada, puede provocar enfermedades físicas o psicológicas.

En segundo lugar, predicar con el ejemplo. Para mantener su "dignidad" y autoridad, algunos maestros y padres no sonríen frente a sus hijos. Algunos padres a menudo tiran platos en casa, se culpan unos a otros, se atacan y desahogan su ira entre sí. Esto es particularmente importante. La capacidad de imitación de los niños es muy fuerte. Desde los niños podemos ver la sombra de sus padres y la huella de sus maestros. Por esta razón, el enfoque correcto debe ser expresar tus emociones libremente y no desquitarte con personas y cosas. Si está feliz de volver a ver al hermano Mo, puede decirle directamente a su hijo: "Mamá (papá) está muy feliz hoy"; si encuentra contratiempos en el trabajo, también puede decirlo entre los miembros de la familia y luego cantar y contar chistes; ... En definitiva, que los niños comprendan poco a poco que todo el mundo tiene emociones y puede expresar sus sentimientos.

3. Orientación eficaz Aunque los sentimientos de los niños y todas las expectativas son comprensibles, no todos los comportamientos son aceptables. Una persona no puede maldecir a los demás cuando se siente infeliz, ni puede expresar su insatisfacción interior cuando adopta un comportamiento destructivo. Por lo tanto, se debe guiar a los niños para que canalicen y desahoguen sus malas emociones de manera razonable.