Soporta el dolor y deja que tu dignidad sea fragante;
Sólo siendo devastado por las heridas podrás realizar el valor de la dignidad. .
¿Quién no se ha encontrado nunca con contratiempos en su vida? ¿Quién no ha caído en el abismo del dolor? ¿Quién no ha resultado herido o cortado?
Sin embargo, estos no son importantes. Lo que importa es si puedes mirar este sufrimiento con una sonrisa sincera, cambiarlo con un par de manos sencillas y tolerar el antes y el después con un corazón recto. Si puedes apreciar cada encuentro con el sufrimiento como una rosa, entonces el sufrimiento será tan brillante, fragante y dulce como una rosa.
La dignidad es una hierba joven que necesita el toque de la brisa y la humedad del rocío. Si el viento viene más rápido, se hará más fuerte; por muy pesado que sea el rocío, él sabe resistirlo.
La dignidad es como un cedro. Sólo la blancura de la tormenta de nieve puede resaltar su verde duro. Sólo la invasión de la soledad y la oscuridad puede hacer que su tronco majestuoso y recto se alce con orgullo, abandonando el mal.
La dignidad es la ola de alegría. Cuanto más ásperas y feroces son las olas, más brillante es su sonrisa. Sonríe, es natural, es gratis y fácil.
La dignidad es como una cuerda si no se toca con fuerza, no habrá melodía aguda; si se toca con ligereza, no habrá notas graves. Una pieza musical profundamente conmovedora, ¿no es sólo el sonido de las cuerdas sufriendo innumerables magulladuras?
En la vida real, muchas personas están interesadas en la estabilidad y en la búsqueda de la paz, pero no saben que su dignidad está siendo silenciosamente enterrada en la arena. Su dignidad llora en silencio, impotente. Tal vez estén abandonando sus frustraciones y escapando del daño, ¡pero lo que realmente no se atreven a enfrentar es su frágil dignidad!
Amigo mío, cuando tropiezas en el camino hacia el éxito, cuando te sientes deprimido después de un examen, cuando te quedas en blanco brutal en los negocios.
Por favor piénsalo, la dignidad es grande y universal, y no te abandonará. Por supuesto, esto requiere que seas honesto acerca de tu dolor.
Si puedes afrontar el dolor, sonríele, derrítelo con tu sonrisa y aléjalo con tu voluntad.
Mira, la dignidad a lo lejos también te sonríe.
¡Mira, déjame afrontar el dolor con una sonrisa y dignidad!