El amor nunca se trata de no tener salida, sino de no creer en el destino y tener el coraje de lanzarse a una trampa. Por eso, la persona que puede llegar hasta el final contigo puede no necesariamente haberla conocido. Temprano o no, lleváis más tiempo juntos, y tal vez él sea el que llegue último, pero os vea y no se vuelva a ir en esta vida.
El mayor defecto de una persona no es ser egoísta, sentimental, brutal o voluntarioso, sino estar paranoico acerca de amar a alguien que no se ama a sí mismo.