2. En agosto de 1862, Newton estaba vendiendo periódicos una mañana en una pequeña estación. De repente miré hacia arriba y vi a un niño de tres o cuatro años agachado al costado de la vía del tren jugando con piedras. Un camión se acercaba a toda velocidad.
Newton dijo "Ay", tiró el periódico, bajó corriendo del podio desesperadamente y agarró al niño. En ese momento, el tren pasó rugiendo por sus oídos. ¡Qué riesgo! Newton tomó al pequeño en brazos y cayó contra la barandilla. Sufrió cortes en la cara y las manos. Sin embargo, el niño se salvó.
3. Antes de que Newton naciera, su padre ya había abandonado este mundo. Cuando Newton tenía 3 años, su madre se volvió a casar y dejó a Newton para que lo criaran su abuela y su tío. Newton no era inteligente. Su rendimiento académico no fue bueno durante sus estudios. Sin embargo, le gusta la artesanía y ha realizado algunos modelos de molinos de viento, campanas, cometas, etc. También diseñó un instrumento muy elaborado para indicar la hora a los aldeanos de la época.
4. Una vez, Newton estaba tan absorto haciendo experimentos en el laboratorio que incluso se olvidó de la hora de comer. Su asistente tomó algunos óvulos y los envió al laboratorio. Le dijo a Newton: "Aquí hay algunos huevos. Hazlos tú mismo". Newton dijo: "Está bien, gracias. Por favor, pon los huevos allí. Después de eso, se sumergió en los experimentos".
5. Cuando Newton construyó la casa, insistió en dejar dos agujeros para gatos, uno grande y otro pequeño, para que el gato grande pudiera pasar por el agujero grande y el gatito pudiera pasar por el agujero pequeño. Por supuesto, esto es sólo una leyenda y no es suficiente. Pero es cierto que a Newton le gustaban los gatos.
Debido a que Newton nunca se casó, los gatos se convirtieron en un compañero indispensable en su vida, pero también le trajeron muchos problemas. La madre de Newton murió en 1692, lo que le causó un gran dolor. Una mañana, en un intento por calmarse, fue a la iglesia de la Universidad de Cambridge y se olvidó de apagar las velas. Podría ser culpa del gato. Después de que la vela se volcara, el manuscrito de química óptica y otros papeles sobre la mesa quedaron reducidos a cenizas.