En primer lugar, el hogar es el lugar donde los niños aprenden y crecen, y también son parte de la familia. Si a los niños se les puede permitir participar juntos en las tareas del hogar, ya sean padres o madres, toda la familia debe trabajar junta para la familia. Cuando contribuyan y contribuyan, los niños comprenderán naturalmente el arduo trabajo que implica, fomentando así un sentido de gratitud. .
Además, también es una forma de cultivar el asombro. Es natural que los abuelos amen a sus nietos, pero es importante manejar esa regla. Hoy en día, muchos abuelos dañan a sus nietos hasta el punto de que uno es mayor y el otro es joven. Lo realmente bueno es cuidar el desarrollo de tu propio nieto, en lugar de simplemente hacer lo que quieres y lo que quieres hacer.
Por último, debemos respetar a nuestros mayores. La piedad filial es una virtud tradicional, pero la gente moderna carece gravemente de ella. Muchos niños no respetan a sus padres ni a sus mayores, e incluso adoptan conductas desobedientes como golpear y regañar. ¿Crees que todo es culpa del niño? Un niño nace con una hoja de papel en blanco, y son los propios padres quienes dibujan en ella. ¿Cómo es posible educar a un niño que sabe ser agradecido y está siempre asombrado? Entonces, déle un ejemplo desde una edad temprana. Tu actitud hacia tus mayores y profesores también será la actitud de tus hijos hacia ti en el futuro. En una familia, donde se respeta a los mayores y se ama a los jóvenes, se trata a los demás con educación y se habla en voz baja, los niños que crecen en esta familia definitivamente quedarán asombrados cuando lleguen a trabajar.