Los antiguos príncipes no estaban tan relajados y cómodos como imaginábamos. Necesitan saber leer y escribir y ser capaces de luchar. En la dinastía Qing, también era esencial que los príncipes montaran a caballo y dispararan flechas. Los manchúes eran una nación a caballo. Los emperadores de la dinastía Qing eran tanto civilizados como militares, y su calidad general era la más alta entre los emperadores chinos. No solo administraban bien el país, sino que también estudiaban teorías de política histórica, poesía, poesía, caligrafía y pintura durante todo el día, y eran buenos montando y disparando.
Con un líder tan excelente, uno puede imaginar lo próspero que era el país en ese momento. El contenido que estudiaron incluyó manchú, mongol, chino y otros clásicos confucianos como los Cuatro Libros y los Cinco Clásicos. Además, debes memorizar toda "La Doctrina del Medio", "Las Analectas de Confucio" y "Mencio". Esos maestros pidieron a los príncipes que leyeran algo designado 120 veces al día y memorizaran un nuevo párrafo al final. Estos contenidos son muy difíciles de ver para nosotros, los superhombres. Esos príncipes tienen un estatus noble y tienen que trabajar duro para enriquecerse. Para un príncipe tan trabajador y destacado, se puede considerar que el país debía estar bien gobernado en aquella época.
Los antiguos emperadores todavía trabajaban muy duro. Aunque nacieron nobles, no dejaron de trabajar duro.