Diferencias en el contenido de la comunicación. A las madres les gusta comunicarse con sus hijos en un tono infantil. Por ejemplo, si un niño miente, la madre suele decir: Mentir está mal. Los niños que mienten serán devorados por la abuela Lobo. ? ¿Papá diría? ¿Por qué mentiste? ¿Conoces los peligros de mentir? La primera vez que mientes, habrá una segunda vez y poco a poco te convertirás en un niño deshonesto.
Diferencias en los métodos educativos. La educación de una madre para sus hijos es como una gallina que protege a sus polluelos, y la educación de un padre es como un gran caballo que cuida de su pony. Por poner un ejemplo sencillo, si la bicicleta que monta un niño se estropea, la actitud de la madre es mayoritariamente: Si la bicicleta se estropea, no la montes. Ve a casa primero y mi madre te lo preparará. ? ¿Papá diría? Veamos qué salió mal. ? Luego, él y sus hijos comenzaron a reparar al costado del camino, indicándoles que ayudaran de vez en cuando.
Los hábitos de vida de papá son en su mayoría simples y efectivos. Por ejemplo, cuando un padre lleva a sus hijos a jugar, irá directamente al lugar de destino, jugará tanto como sea posible y disfrutará de cosas interesantes mientras juega. Mi mamá sacó a los niños y dijo que iba al zoológico, pero que tal vez mirara a su alrededor. Es hora de volver a casa. Es precisamente por la sencillez de papá que los niños pueden disfrutar más de la diversión al llevarse bien con él.