1. Educación sobre seguridad personal: educar a las niñas sobre cómo prevenir el abuso físico o el acoso sexual, decirles cómo rechazar el contacto o las invitaciones de extraños y cómo tratar con ellos. En situaciones de emergencia, se les aconseja tener confianza y salvaguardar resueltamente sus derechos e intereses.
2. Educación sobre seguridad en Internet: recuerde a las niñas que no confíen en la información ni las invitaciones de extraños, que no revelen información personal a voluntad, eduquelas sobre cómo identificar y evitar el fraude y la violencia en línea, y dígales cómo hacerlo. llamar a la policía o denunciar a una persona de confianza. Los adultos buscan ayuda.
3. Educación sobre seguridad vial: Educar a las niñas para que presten atención a la seguridad al caminar o tomar transporte, como cruzar la calle, evitar salir solas y llegar tarde a casa.
4. Educación en salud mental: prestar atención a los cambios emocionales de las niñas, animarlas a aprender a gestionar sus emociones, educarlas sobre cómo lidiar con el estrés y las dificultades, y cómo buscar ayuda.
En cuanto a la escala del abandono, ésta debe determinarse según la edad y la personalidad de la niña. Los padres pueden dar a las niñas cierta autonomía, dejarlas intentar resolver problemas de forma independiente y darles orientación y consejos adecuados cuando cometan errores. Al mismo tiempo, los padres también deben prestar atención a los cambios emocionales y de comportamiento de las niñas, comunicarse con ellas de manera oportuna si encuentran alguna anomalía y ayudarlas a resolver problemas.
En resumen, la educación en seguridad es un proceso a largo plazo. Los padres deben mantener una comunicación estrecha con las niñas, prestar atención a su situación y brindarles orientación y ayuda adecuadas para que las niñas puedan protegerse mejor y crecer sanamente.