El Dios de la Cocina es el dios a cargo de la estufa de la cocina. ¿Por qué la gente lo adora solemnemente el día 23 del duodécimo mes lunar?

El vigésimo tercer día del duodécimo mes lunar, todos, desde los nobles hasta la gente común, realizarán una actividad importante: adorar al Dios de la cocina.

La gente coloca flores, frutas, pasteles, dulces y otros sacrificios para que los disfrute el Dios de la Cocina, y quema caballos de papel para expresar su respeto por este dios.

El origen del Dios de la Cocina: El Dios de la Cocina, comúnmente conocido como el Dios de la Cocina, es un dios que se especializa en la cocina en las creencias populares. Se desarrolló a partir del Dios del Fuego que creían los pueblos antiguos.

En la antigüedad, la gente descubrió el fuego, lo que mejoró enormemente las condiciones sociales. Desde entonces, surgió el culto al fuego. Más tarde, la gente adoraba a quienes descubrieron el fuego, controlaron el fuego y utilizaron el fuego. Dios de la cocina es uno de ellos. Debido a que usaba fuego para cocinar, era adorado y adorado. Entonces surgió la adoración al Dios de la Cocina.

El Dios de la Cocina, comúnmente conocido como el Dios de la Cocina, es un dios especializado en la cocina en la creencia popular. Se desarrolló a partir del dios del fuego que creían los pueblos antiguos. En la antigüedad, la gente descubrió el fuego, lo que mejoró enormemente las condiciones sociales. Desde entonces, surgió el culto al fuego.

Más tarde, quienes descubrieron el fuego, gestionaron el fuego y utilizaron el fuego fueron adorados por la gente. Dios de la cocina es uno de ellos. Debido a que usaba fuego para cocinar, era adorado y adorado. Entonces surgió la adoración al Dios de la Cocina.

Motivo del sacrificio: Sin embargo, en los primeros años, la gente le ofrecía sacrificios solemnemente, no para orar por un fuego suave y una dieta rica, sino para cumplir otro deber del Dios de la Cocina. El Dios de la Cocina resulta ser sólo un pequeño Dios del Fuego, e incluso parece un poco avergonzado. Sin embargo, con los cambios en las creencias populares, el estatus del Dios de la Cocina ha aumentado gradualmente y se le ha agregado una responsabilidad especial, que es informar la situación humana al Emperador de Jade al final de cada año.

Se dice que debido a que el Dios de la Cocina está a cargo del incienso en cada hogar, el Emperador de Jade dispuso que él inspeccionara las situaciones buenas y malas en el mundo y le dio dos bolsas: una para contener el bien y el otro para contener el mal.

Siempre que llega el Año Nuevo, es el momento de que el Dios de la Cocina vaya al cielo. Por lo tanto, la gente esperaba que hablara bien del Emperador de Jade, por lo que le ofrecieron un gran sacrificio y una despedida. Hoy en día, en las cocinas rurales, cada Nochevieja, se publica un verso que dice "Dios habla bien y la próxima vida será segura", lo que muestra la intención original de la gente de adorar al Dios de la Cocina.