Creo que muchos padres quieren educar a sus hijos para que puedan convertirse en excelentes personas. Por eso siempre disciplinan a sus hijos inconscientemente cuando crecen. Luego, cuando el niño crece, los padres descubren que no pueden disciplinarlo y no escuchan a sus padres. ¿Qué deberían hacer en esta situación?
Creo que lo primero y más importante es que los padres deben tener una actitud correcta. ¿Cuál es el papel de los padres hacia sus hijos? No para disciplinar a los niños, sino para educarlos. Una de las mayores diferencias entre educar a los niños y disciplinarlos es no controlarlos.
A la hora de educar a sus hijos, a muchos padres siempre les gusta controlar a sus hijos y dejar que sigan su propio camino. Siempre esperan que sus hijos los escuchen, ya sea en el estudio o en la vida, pero esta idea es errónea. Los niños tienen sus propias vidas que vivir. Por lo tanto, la mayoría de las cosas las deben hacer y decidir sus propios hijos. Los padres deben desempeñar el papel de orientación y compañía.
En segundo lugar, cuanto mayores son los niños, más anhelan un espacio libre. Si los padres quieren interferir demasiado en la vida de sus hijos en este momento, sólo conseguirán ganarse el disgusto y la resistencia de sus hijos.
Por eso, cuando los padres sienten que no pueden controlar a sus hijos, no deben pensar demasiado. Si quieren controlar a sus hijos, lo más importante es dejar que exploren el mundo de forma independiente. Los padres solo necesitan guiarlos y acompañarlos. Si un niño hace algo mal, los padres pueden detenerlo. Si el niño hace algo bien, los padres deberían elogiarlo en lugar de controlarlo.
De hecho, lo que muchos niños más odian no es la compañía de sus padres, sino la disciplina de sus padres. Piensan que sus padres siempre quieren controlar e interferir en sus vidas, por lo que tienen un gran sentido de rebelión y no están dispuestos a escuchar a sus padres. Pero si sus padres no disciplinan a sus hijos, sino que los acompañan, entonces, por supuesto, los hijos escucharán.
Espero que todos acompañen y orienten más a sus hijos en lugar de controlarlos.