El examen de acceso a la universidad está lejos y todo le resulta extraño pero familiar.
Después de reprobar el examen de ingreso a la universidad, lloré amargamente. Vi la envidia de mis amigos que obtuvieron todos los avisos universitarios que habían soñado. Me dije una y otra vez que la pérdida no importa. ... la vida sigue igual que antes, no te deja un resultado sin piedad, filtrando toda felicidad o soledad.
Acepta poco a poco las respuestas imperfectas, continúa cumpliendo esos sueños que están a punto de ser olvidados y trabaja duro.
Me sorprendió gratamente Artes, Ciencias e Ingeniería. El aviso de admisión fue diseñado con mucho cuidado y me dio un sentido de pertenencia. Pasaré los próximos cuatro años aquí y cada vez tengo más ganas de hacerlo.
Quizás la vida no pueda ser poética, pero hacer bien el presente es la mejor expectativa para el futuro.
Este es un día que vale la pena recordar.
Porque describe mi futuro.