1. ¿Qué debemos hacer en este momento? Si los padres quieren que la educación de sus hijos sea cada vez mejor, primero deben aceptar las deficiencias de sus hijos, educarlos de manera específica y decirles que trabajen duro y no les causen problemas. Cuando los niños son pequeños, si ven que sus padres los apoyan especialmente, estarán dispuestos a trabajar duro para lograr las metas establecidas por sus padres y probar cosas que nunca antes habían hecho. Los padres no deben permitir que sus hijos sientan miedo. Si tienen miedo, se sentirán muy incómodos. Los padres deben considerar el desarrollo de sus hijos. Si los niños no pueden hacer realidad sus sueños, los padres deben alentarlos activamente y dejarlos trabajar duro para hacer lo que quieren hacer. Si las calificaciones del niño mejoran, unos padres cariñosos pueden animarlo a tiempo y hacerle saber qué habilidades tiene. Si no se controla a los niños, se sentirán muy incómodos y sentirán que sus padres no se preocupan por ellos en absoluto.
En segundo lugar, no compares a tus hijos. Si los padres quieren que sus hijos reciban una buena educación, no comparen. Si siempre se comparan con sus propios hijos, habrá algo de resentimiento en sus corazones. Los niños sentirán que sus padres siempre valoran sus calificaciones y no se preocupan por su propia psicología. Para mantener a sus hijos felices, lo primero que deben hacer los padres es ayudarlos a ordenar sus desordenes. Si un niño tiene un mal comportamiento, los padres pueden señalárselo a tiempo para que comprenda dónde se equivoca y el niño lo corregirá a tiempo. A algunos niños no les gusta escuchar las decisiones de sus padres cuando son pequeños, por lo que los padres deben cambiar el comportamiento de sus hijos de manera adecuada y no hacerlos sentir incómodos, lo que tendrá malas consecuencias para los niños.