¿Cómo pueden los padres utilizar hábilmente "la vanidad, la curiosidad y la competitividad" para educar a sus hijos?

Muchos padres se enfrentan a muchos problemas espinosos a la hora de educar a sus hijos, es decir, sus hijos tienen algunos comportamientos inexplicables. Cuando esto sucede, los padres deben elegir un método educativo adecuado. Debéis ser particulares en la forma de educar a vuestros hijos. No debéis ignorar las leyes del crecimiento de vuestros hijos y debéis utilizar la sabiduría para resolverlas. Muchos padres inteligentes han hecho buen uso de los "tres corazones" de sus hijos, es decir, la vanidad, la curiosidad y la competitividad. Entonces, ¿cómo utilizar los "tres corazones" para educar hábilmente a sus hijos?

1. Satisfacer adecuadamente la vanidad

Todo niño normal tendrá vanidad, y la vanidad acompañará a las personas durante toda su vida. Los padres utilizan inteligentemente la vanidad de sus hijos al educarlos. Esta vanidad no solo se convertirá en los defectos del niño, sino que también se convertirá en la motivación para el progreso del niño. Por lo tanto, los padres pueden brindarles a sus hijos más oportunidades para "lucirse", satisfacer la vanidad de sus hijos, cultivar la ambición de sus hijos y mejorar en gran medida la confianza en sí mismos de sus hijos.

Sé amable con la curiosidad

La curiosidad de los niños estimula constantemente su deseo de explorar, por lo que siguen apareciendo nuevos descubrimientos y problemas extraños, como regar flores con agua hirviendo, hablar sobre el uso de riego. Las flores con agua fría pueden provocar resfriados. Aunque a veces los niños pueden estar confundidos, ignorantes o curiosos, los padres deben ser amables con la curiosidad de sus hijos, comprender cuidadosamente las verdaderas razones detrás del comportamiento de sus hijos y brindar respuestas a sus preguntas, y no negar ni borrar precipitadamente la curiosidad de sus hijos. Hacer un buen uso de la curiosidad puede cultivar fácilmente el deseo de conocimiento de los niños, lo cual es muy importante para la formación y el desarrollo de buenos hábitos, actitudes y pasatiempos de los niños.

3. Utilice su espíritu competitivo con habilidad

Todo el mundo tiene un espíritu competitivo y, de hecho, ser competitivo es algo bueno. Los niños a menudo muestran un entusiasmo sin precedentes cuando son estimulados por el espíritu de competencia y tienen éxito en las cosas con facilidad. Cuando los niños compiten, se ajustarán constantemente para mantener una ventaja absoluta. Es la naturaleza de un niño ser competitivo. Es posible que los padres deseen darles a sus hijos más oportunidades para competir, ser más alentadores e inteligentes en la competencia y permitir que sus hijos aprendan de las fortalezas de los demás y progresen inconscientemente.