Amor en la esperanza - Ensayos sobre el Proyecto Esperanza y yo

La brisa de la tarde de verano sopla sobre los árboles verdes y la hierba al borde de la carretera y se desplaza sobre cada montículo y hueco de la meseta. El camino oscuro es tan largo que no se vislumbra un final. El antiguo camino moteado es muy profundo y no se puede escuchar el ruido del mundo exterior. La tierra muestra a la gente todas sus tentaciones, todo está a la vista. Las flores están en plena floración y las hojas pulposas. Innumerables pastos compiten por crecer, adaptándose al mundo con su vigorosa vitalidad.

Sin embargo, los niños que viven aquí han sido privados despiadadamente de incluso una pequeña esperanza de estudiar. Aquí ni siquiera hay una escuela, sólo un par de ojos persistentes y ansiosos. El entorno y el terreno implacables mantuvieron a los profesores alejados de las montañas.

Bajo el cielo estrellado, entrecerraron los ojos y miraron al cielo en silencio, como rogando a Dios que les diera un rayo de esperanza. Esos ojos ansiosos eran tan inocentes e indefensos.

Escuché de mi hermano que había un niño en las montañas, que escribía torcidamente en el papel usando los caracteres que conocía: "Miré al cielo a altas horas de la noche, y la felicidad resultó ser tan lejos de mí." No sé lo que significa la felicidad en sus ojos. Pero sabía que no había nada malo en su deseo de leer y escribir esas palabras con claridad.

El sol siempre brilla en todos los rincones del mundo, trayendo calidez al mundo, y la esperanza siempre llega al amanecer, brindando a las personas una alegría infinita.

Finalmente, estos ojos expectantes fueron bañados por el sol, que fue el amanecer que trajo el Proyecto Esperanza, que trajo el primer grupo de maestros, el primer libro, la primera caja de tizas y la primera canción. . Trae una melodía a las montañas silenciosas, y hay una canción en el profundo camino antiguo.

Con infinito amor, el Proyecto Esperanza se cumplió con las expectativas de los niños. Están felices de estudiar aquí. Cuando se pararon en la montaña y volvieron a mirar al cielo, se dieron cuenta de que la felicidad estaba justo frente a ellos.

Espero que el proyecto dibuje un arco para la juventud y nos acompañe mientras crecemos con un trozo de sol colorido y una serie de notas felices. Al mirar la hierba humedecida por el rocío de la mañana, aportan un toque de frescura y esperanza.