Abuelo, extraño tu prosa.

Caminando en este mundo lluvioso, lo que moja mi cabello no es la lluvia, sino mi corazón que te extraña, abuelo, he vuelto a verte. ¿Dónde vives bien? He soñado contigo innumerables veces y sigues siendo el mismo de antes, viviendo feliz con nosotros como antes.

Abuelo, te extrañamos, siempre sin darnos cuenta. Cuando me levante te extrañaré, escucharé el tictac del reloj, pensaré en ti, pensaré que nunca más podré despertarte, veré la sonrisa feliz en tus ojos cuando aprenda a cocinar, te extrañaré; , mirando la comida chisporrotear en la olla, pensando en ti, pensando que ya no puedo traerte agua y arroz, viendo la luz de la felicidad en tus ojos cuando estoy aturdido, te extrañaré, te extrañaré Esos sinceros; En palabras, extraño tu voz, tu sonrisa y cada detalle tuyo, por eso muchas veces pienso en ti de manera inconsciente. Cuando pienso en ti, siento como si todavía estuvieras con nosotros, sonriéndonos.

Abuelo, los días de pobreza no te han hecho perder la confianza. Tú siempre das, das, sudas, te esfuerzas, lo das todo... ¡Te respeto, te amo, te amo profundamente, mi sencillo abuelo! Tu columna vertebral, tu inquebrantable, tu tranquilidad, tu dedicación silenciosa, tu no pedir nada por tu familia e hijos, tu bondad, tu bondad, tu generosidad, todo lo que has hecho por nosotros quedará en mi corazón para siempre, inyéctalo en; mi vida, y convertirme en una hermosa sangre y aliento, dándome el coraje para ser una mejor versión de mí mismo de ahora en adelante.

Siempre has sido nuestro cálido apoyo, nuestro puerto de felicidad y la fuente de nuestra alegría. Los días contigo están llenos de felicidad y dulzura. Entonces, después de que te fuiste, traté de decirme a mí mismo que debía vivir una buena vida, vivir una vida feliz y dejar que el abuelo viera nuestras caras felices y sonrientes.

Sin embargo, muchas veces, las lágrimas salen por la desobediencia... resulta que los recuerdos grabados en la médula ósea son tan suaves, tan hermosos y tan dolorosos...

En el sueño, eres tan amable, tan saludable y tan cálido. Sin embargo, cuando regresé a mi ciudad natal a buscarte, te encontré donde dormías. Ya no eres el tú del sueño, sino el tú original. Entonces ya no pude controlar mis emociones y lloré donde tú dormías...

Abuelo, es primavera otra vez. Esta vez elegiste dormir con la primavera. Sé que el suelo bajo tus pies es tu favorito. Además, el sabor terroso es lo que amas. Entonces, eliges dormir aquí. Por eso riego mis tenaces esfuerzos en el polvo de la desesperación y dejo que las tiernas flores florezcan en el dolor.

Muchas veces, cuando estoy indefenso, cuando estoy confundido, cuando estoy en un dilema y luchando, entraré una y otra vez a la casa en la que viviste una vez y tocaré la casa en la que solías vivir. vive en las cosas y siente el aliento que dejaste atrás. Luego, en silencio, en silencio, recordé todo lo que me dijiste... Luego, fui ganando fuerza poco a poco, recuperé mi confianza poco a poco, enfrenté mis debilidades una y otra vez, me reparé y mejoré una y otra vez.

Sé que tú me diste todo esto. No importa cómo pasa el tiempo, te extraño y mi corazón siempre está cálido. Entonces, quiero extrañarte con cariño y ternura, y luego decirme a mí mismo, decirte, ya ves, hemos estado trabajando duro. Finalmente, donde caigan las lágrimas, te daré a ti y a mí un hermoso arco.

Abuelo, te extraño... Cuando estaba cocinando, pensé en ti y mis ojos se llenaron de lágrimas. Mientras camino, pienso en ti, y mis lágrimas son claras; cuando escribo, pienso en ti, y mis lágrimas sonreirán... Por eso, me gusta plasmar en palabras cada palabra condensada en lágrimas de felicidad. . Luego, a través del cielo bañado por lágrimas, ¡mira la paciencia, la tolerancia, la gentileza y la bondad del abuelo! ¡Siente el distanciamiento, la apertura de mente, la tranquilidad y la sencillez del abuelo!

Abuelo, te extraño...aunque ya no estés. Sin embargo, tu espíritu siempre vivirá en nuestros corazones. Tu carácter tenaz que se mantiene erguido en el silencio, tu carácter tolerante que se gesta en la inmensidad, el sencillo himno de tu vida fuerte e inquebrantable, tu perseverancia en el silencio, tu espera en el silencio, la melodía alegre y emprendedora siempre flotarán en mi corazón. En mis oídos...

Abuelo, tú eres la montaña imparable en nuestros corazones, el río interminable en nuestros corazones y la cálida luz en nuestros ojos... Por eso, miramos hacia ti, y en tu avanza felizmente bajo la atención de...

Abuelo, estás en el cielo, puedo sentirlo.

Debes estar en el cielo, mirándonos y protegiéndonos. Querido abuelo, ¡debes proteger nuestra paz, salud y felicidad! ¡Te deseamos felicidad en el cielo y que descanses en paz para siempre!