Tratarnos unos a otros con sinceridad
Como maestros, debemos tratar a cada niño con un corazón sincero y regarlos con amor incondicional. Sólo así podremos realmente influir en ellos, motivarlos y convertirlos en aprendices poderosos.
Descubre las fortalezas
Como profesor, debes ser bueno para descubrir las fortalezas de los niños. Incluso los niños con dificultades de aprendizaje pueden ser educados, preocuparse por sus compañeros de clase, tener experiencia en deportes u otras áreas, o ser útiles. No podemos ignorar estas ventajas, sino que debemos descubrirlas y ampliarlas a tiempo, afirmar y elogiar sus pequeños progresos y dejarles sentir el calor de ser atendidos.
Elogio del sol
La psicóloga estadounidense Giselle dijo una vez: "Los elogios calientan el alma humana como el sol; sin ellos, no podemos florecer ni crecer. Como maestros, debemos descubrir las fortalezas de los niños". de manera oportuna, afirme y elogie sus pequeños avances, y déjeles sentir la calidez de ser atendidos.