Las razones de la infertilidad de Puyi son las siguientes:
1. Exceso en el sexo desde la infancia
La primera razón de la infertilidad de Puyi es en realidad que tiene exceso en el sexo. sexo desde la infancia Hay registros detallados en su autobiografía "Mi primera mitad de la vida". Aunque Puyi abdicó cuando era niño, todavía podía quedarse en el palacio en ese momento, por lo que Puyi todavía era atendido por eunucos y sirvientas. Pero los eunucos y las sirvientas en ese momento no eran mejores que antes. En ese momento, los eunucos y las sirvientas podían escabullirse de la Ciudad Prohibida para jugar y beber, y también podían robar algunas cosas de la Ciudad Prohibida para venderlas, por lo que había. No hay reglas para los eunucos y las doncellas.
2. Matrimonios mixtos dentro de la familia real
Este también es un problema común dentro de muchas familias reales. Los propios padres de algunos emperadores ya estaban débiles y enfermos, y los genes de sus hijos. dio a luz no sería mejor, y a la familia real le gusta participar en matrimonios incestuosos, por lo que la probabilidad de no tener hijos es alta, y Puyi ciertamente no es una excepción.
3. No tomes caminos acuáticos ni caminos secos
Esta afirmación fue rumoreada por Sun Yaoting, diciendo que a Puyi no le gustaban los caminos acuáticos y prefería los caminos secos. A Puyi no le gustaban las mujeres, pero le gustaban las mujeres con él. En cuanto al género, Puyi tiene un buen amigo llamado Wang Fengchi, y el profesor de inglés de Puyi, Johnston, tiene pruebas de ello.
La trágica experiencia de Pu Yi
Hablando del carácter de Pu Yi, de la información existente, podemos ver esta descripción: temperamento perverso, inestable, introvertido y autista. A partir de estos adjetivos, podemos sentir un poco el temperamento de Puyi.
Cuando Puyi era niño, las experiencias de su infancia fueron las más influyentes para él. La infancia fue una experiencia difícil de sanar y muy difícil para Puyi a lo largo de su vida. Como persona de gran estatus, a menudo ni siquiera tenía suficiente para comer en el palacio. Incluso cuando veía los bollos blancos al vapor que le daban a los peces, seguía metiéndoselos en la boca como un tigre hambriento que se abalanza sobre la comida.