Los profesores de secundaria se dirigen a niños que están a punto de convertirse en adultos. En una escuela así, hay mucha presión para seguir estudiando.
Los profesores de la casa de asistencia social son para niños especiales. Lo que necesitan no es infusión de conocimientos, sino más atención y ayuda, más amor y paciencia que antes.
En cuanto al salario, los profesores de las residencias sociales deberían ser más altos.