1. Los sonidos fijos y familiares brindarán a los niños una sensación estable de seguridad. Los bebés en la infancia tienden a llorar con facilidad después de dejar a sus madres. En realidad, esto se debe a una fuerte sensación de inseguridad. El cálido abrazo de su madre y su aliento familiar siempre lo hacían estallar en lágrimas, y el sonido de sus padres contando historias tendría el mismo efecto. Historias interesantes, cálidas y dulces, acompañadas de las voces de los padres, harán que los niños escuchen tranquilamente o duerman tranquilos.
2. Se establecerá una conexión emocional más estrecha entre padres e hijos. En realidad, el oído es uno de los órganos sensoriales más sensibles de los recién nacidos, por lo que elegir algunos libros infantiles o contarles algunas historias interesantes a los recién nacidos es la forma más directa de establecer una buena relación entre padres e hijos. Cuando los bebés se familiarizan con las voces de sus padres, esta voz familiar siempre le dará al recién nacido una sensación agradable y la relación de apego entre ellos se establecerá y estabilizará naturalmente.
Además, los temas de nuestra lectura entre padres e hijos en la etapa de primaria suelen ser canciones infantiles rimadas y rimas infantiles, que también permitirán a los recién nacidos sentir el ritmo del lenguaje. Este ritmo les aporta un ambiente estable que no está nada mal comparado con la cuna. En realidad, esta es la primera iluminación lingüística de un niño.