La seguridad es lo primero, el libre crecimiento
La educación al aire libre enfatiza el libre crecimiento de los niños, pero la seguridad siempre es lo primero. Siempre que el comportamiento del niño sea ético, no ilegal e inofensivo para los demás, se le debe dar suficiente libertad y espacio para explorar garantizando al mismo tiempo su seguridad.
El poder de los modelos a seguir, la belleza de la lectura
Las palabras y los hechos de los padres son los mejores libros de texto para los niños. Si los padres son adictos a los teléfonos móviles cuando llegan a casa, pero exigen que sus hijos amen la lectura, ¿no es contradictorio este tipo de educación? Por el contrario, si los padres predican con el ejemplo y muestran su amor por la lectura, los niños se sentirán naturalmente atraídos y se integrarán activamente en el océano de la lectura.
Confía y anima a los niños a extender sus alas y volar.
Los niños necesitan saber que sus padres son su mayor apoyo. Cuando intentan cosas nuevas, se les debe alentar y apoyar incluso si fracasan. De esta manera, los niños pueden afrontar los desafíos con confianza y perseguir con valentía su crecimiento personal en lugar de depender demasiado de sus padres.
Crear oportunidades y comunicar en igualdad de condiciones.
Muchas veces, no es que los niños no estén dispuestos a participar, sino que carecen de oportunidades adecuadas. Como padre, debe brindarles a sus hijos más oportunidades para practicar cuando los niños cometen errores, comunicarse entre sí de manera equitativa y racional y resolver problemas juntos.
Tranquilidad y sin miedo a asuntos triviales
La educación al aire libre puede traer más desafíos y problemas, pero es la única manera de que los niños crezcan. Como padres, debemos ajustar nuestra mentalidad y afrontar estos desafíos con valentía. Creemos que nuestros esfuerzos finalmente permitirán que nuestros hijos se vuelvan independientes y crezcan en el futuro.